Cuando cae la noche...

Cuando cae la noche

y las flores duermen,

la luna me canta una nana,

me arrulla, me duerme,

abraza mi alma callada.

Cuando cae la noche

y las estrellas destellan,

 luciérnagas alumbran mi penumbra,

la soledad se disipa,

no me siento sola.

Cuando cae la noche

y el rio enmudece,

salgo al balcón,

miro las estrellas sé que

estas en alguna de ellas.

Cuando cae la noche y

las mariposas no revolotean,

ellas me prestan las alas,

sobrevuelo en tu sueño,

te acurruco,

te abrazo en silencio. 

Autor: Glendalis Lugo

Bésame

Déjame probar el dulce elixir de tu boca,

embriágame de amor,

entumece mis sentidos.

Llévame a la gloria,

abrazada en tu pasión,

bésame lentamente,

hazme creer en el amor.

Tus labios me provocan,

soy un volcán en erupción,

no dejes de besarme,

no te detengas,

llévame contigo,

y revive en mi el amor.

Autor: Glendalis Lugo

No sé a quién amaste más...

 

 Un cigarrillo en el cenicero reclamando tu presencia fue lo único que dejaste… Mi mirada se pierde recordándote, añoro tu llegada cada tarde, siempre te esperaba con la cena preparada. Tu saludo era un beso, después corrías al baño para encender un cigarrillo. Sabías lo desagradable que era para mí y el baño era tu refugio, pasaban minutos, a veces tenía que tocar la puerta y recordarte que la cena estaba servida. Yo creía entenderte pero era falso porque a pesar de vivir juntos tu alma no estaba conmigo.

Amabas más a tu cigarrillo que a mí pero lo entendía, al menos eso te hacía creer. Cuando te enteraste de esa terrible enfermedad causada por ese vicio que amabas y de lo poco de vida que acompañarían tus días, odiaste la vida y un poco a mí porque siempre te lo advertí. Pero aun así jamás lo dejaste. Una tarde fue tu partida, hojeando el periódico y con un cigarrillo a medio apagar….

 Autor: Glendalis Lugo

Beso Robado

Me robaste un beso aquella tarde de abril

el cual revivió el amor que vivía en mi,

emergieron emociones recónditas,

y como ladrón te posaste en mi corazón.

Mariposas en mi estomago,

calor en mi vientre,

sensaciones de amor que besaron mi corazón,

mi corazón latiendo a mil con este bello sentir y

nuestros labios amándose sin fin.

Hoy no son besos robados,

son la promesa de un amor anhelado,

que duerme conmigo y me acaricia infinito

todo producto de aquel beso robado.

 autor: Glendalis Lugo