Despierto en un cielo desecho,
se
abren puertas
un
vértigo insensato me inutiliza,
traspaso
aquella
que
conozco bien.
Escucho
alaridos
de
un desamor,
las
excusas vacilantes
de
un amante,
y
el llanto infinito
de
la conciencia.
Soy
el juez
de
aquella escena.
Sofía
moribunda
permanece
en la bañera,
la
sangre ha manchado
el
piso y los corazones
de
aquellos amantes,
culpables de aquella sentencia,
pero aun así amándose
sin
consuelo.
Fornican
salvajemente
dejando en sus pieles tatuadas
aquel suicidio
y
ella
empuña
un cuchillo
en
su corazón,
su dolor es tan fuerte
que
lo siento en mi pecho.
Veo
sus ojos inclementes
y
como se paraliza el segundo,
cierro
esa puerta,
sé
que otras se abrirán
ya
es tiempo,
cruzo
el camino.Glendalis Lugo
@todos los derechos reservados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario